Mensaje de tranquilidad
A quien pueda interesar:
El autor de este blog, que como ven ha cambiado de identidad y de aspecto, puede asegurar a todos sus lectores que los textos que se publicaron aquí durante los meses de marzo y abril del año 2006 no fueron escritos su presunto autor, sino por quien esto suscribe, y que no fueron sino el producto de una mera broma jocosa entre amigos que para nada pretendía otra cosa que hacer reír, y en ningún caso ofender ni perjudicar a nadie. Por otra parte, ni qué decir tiene que lo que se decía en el contenido de estos textos era simple fruto de mi imaginación y que no tenía por que corresponder con la realidad. Es más, puedo garantizar que en la mayoría de los casos era todo radicalmente falso e incierto. En el contexto en el que fueron escritos, el sarcasmo y el animus iocandi eran absolutamente obvios para cualquiera que los leyera, pero parece que el tiempo y la distancia pueden hacer que las cosas se malinterpreten como lo que no son, así que he tomado la decisión de suprimirlos todos para evitar consecuencias indeseadas. Para cualquier aclaración, ya saben, tienen ahí la ventanita esa de abajo con los comentarios, en la que les atenderé gustosamente.
Y de nuevo, este blog vuelve a conciliar al sueño.
El autor de este blog, que como ven ha cambiado de identidad y de aspecto, puede asegurar a todos sus lectores que los textos que se publicaron aquí durante los meses de marzo y abril del año 2006 no fueron escritos su presunto autor, sino por quien esto suscribe, y que no fueron sino el producto de una mera broma jocosa entre amigos que para nada pretendía otra cosa que hacer reír, y en ningún caso ofender ni perjudicar a nadie. Por otra parte, ni qué decir tiene que lo que se decía en el contenido de estos textos era simple fruto de mi imaginación y que no tenía por que corresponder con la realidad. Es más, puedo garantizar que en la mayoría de los casos era todo radicalmente falso e incierto. En el contexto en el que fueron escritos, el sarcasmo y el animus iocandi eran absolutamente obvios para cualquiera que los leyera, pero parece que el tiempo y la distancia pueden hacer que las cosas se malinterpreten como lo que no son, así que he tomado la decisión de suprimirlos todos para evitar consecuencias indeseadas. Para cualquier aclaración, ya saben, tienen ahí la ventanita esa de abajo con los comentarios, en la que les atenderé gustosamente.
Y de nuevo, este blog vuelve a conciliar al sueño.
Labels: disculpas, Doppelgänger, falsedades, usurpación de personalidad